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                        La música y la poesía para  expresar sentimientos y experiencias vividas: El Cabrero, una leyenda viva  del flamenco, un artista forjado en mil noches de cante jondo y Emiliano  Domínguez Zapata, joven cantautor andaluz que ha hecho con su primer disco, Poesía en resistencia, un cuadro musical, una escultura de música y poesía. Dos voces y ecos afines al  servicio de estilos musicales diferentes pero con las mismas armas: la palabra  clara, el mensaje directo, la pasión, la hondura, la autenticidad y el  compromiso.  En la primera parte, poesía. De Miguel Hernández, Antonio Machado, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Mario Benedetti… (Alguien  limpia la cela de la tortura, que no quede la sangre, ni la amargura…)  Guitarras distorsionadas, bajo, batería, teclados y la voz grave, sólida y  precisa de Emiliano Domínguez Zapata dibujando tantos paisajes musicales como  poemas, porque la música, para él, siempre debe de estar al servicio de los  versos. El Cabrero nunca ha cambiado de  formato musical, voz y guitarra. Seguiriyas, bulerías, tonás, fandangos,  soleares (Cuando hay algo que decir, no se puede uno callar, porque callar es  morir). Hoy un icono del flamenco, uno de los grandes maestros en activo;  durante cuarenta años un ejemplo de compromiso, coherencia y de resistencia.  Sin apoyos mediáticos ha demostrado que no es preciso recurrir a la fusión para  atraer a los no iniciados en el arte jondo, de todas las edades, hacia el  flamenco más ortodoxo y hacerlos vibrar con su cante sin aditivos.  |  
                  
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                        | | PRENSA | |  
                        | Cantes de vida y rebeldía |  
                        | Dueños de voces ricas en pasión, autenticidad, hálito desobediente y compromiso, José El Cabrero y su hijo, Emiliano, la armaron en Zentral, donde comparecieron perfectamente armados de razones para ello; demostrando que la aleación entre música, inconformismo y poesía continúa siendo un arma cargada de futuro: llenando la sala de inmejorables vibraciones y cosechando una notable asistencia. La velada arrancó con la comparecencia de la banda comandada por Emiliano Domínguez Zapata, quien, voz y sentimiento a flor de piel -de casta le vine al galgo-, protagonizó el mejor preámbulo posible, haciendo gala de arte, maneras y pedigrí al frente de los suyos: derrochando solvencia a espuertas a la hora de defender sus composiciones, armadas sobre poemas musicados como Caravanas de tristeza (Antonio machado); La guerra, madre (de Miguel Hernández, escrita para su madre desde el frente); o Las palabras y Alguien -de Mario Benedetti-, dedicada esta última al pueblo palestino ante los aplausos de los presentes: unas composiciones que, incluidas en el CD Poesía en Resistencia, retumbaron en las almas del respetable denotando pulsión y latido… en todos los sentidos. Lo mismo que otras no incluidas pero que también encontraron no solo su espacio, sino también el beneplácito general. Y tras semejante entrante, llegó el momento verdaderamente esperado: el de la actuación del legendario cantaor José Domínguez El Cabrero, irrepetible icono del cante jondo y, pese a que se le trate de silenciar, una de las personalidades más significativas que ha dado el flamenco en los últimos 25 años (Ver completo) |  |  
                  
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                                | Tras años de ausencia, regresa a Pamplona la voz de la tierra transmutada en flamenco del pueblo |  
                                | El flamenco que yo siento tiene pocas flores, sólo algunas y del  campo, las que me rozan al pasar.Yo no concibo cantar algo que  no sienta, no podría quejarme. El flamenco  se siente bien hasta en los  terrenos más áridos (Ver completo) |  |  |  |  |  |  
        
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                | | LINE UP | |  
                | EL CABRERO, Manuel Herrera guitarra, ZAPATA, voz y teclados, Jesús Jiménez, guitarra, Manuel Sabugal, bajo, Marco Gamero, batería |  |  |